martes, 5 de octubre de 2010

Calvinismo versus Arminianismo, el debate en torno a la predestinación un enfoque desde la teología bíblica

Por Benjamín Olea

¿Es la predestinación una doctrina bíblica?
A) Sí ¿Por qué? B) No ¿Por qué? C) A y B son correctas ¿Por qué?

Comentario:
La respuesta correcta es la opción “C” que “A” y “B” son correctas. ¿Cómo? ¿Por qué? Simplemente porque no es verdad que la Biblia en su totalidad demuestre que los autores de la misma hayan tenido una postura uniforme al respecto.

Ahora bien, ya que este tema ha originado grandes discusiones en la historia de la fe cristiana, así como ha venido a ser la razón de división entre cristianos, me propongo hacer una presentación y enfoque de este tema lo más objetiva y desapasionadamente posible.


Creo que una manera adecuada de abordar este tema es considerando tres enfoques: El de la teología bíblica (AT y NT), el de la historia y el de la teología sistemática. De todos modos, y al margen de la conclusión a la que lleguemos, quiero afirmar que tomar una postura diferente en este tema no debe ser razón para alimentar prejuicios y sospechas negativas entre comunidades que profesan la misma fe en Cristo. Este es precisamente uno de los temas en los cuales tenemos que enfatizar la necesidad de hacer un esfuerzo por comprender la unidad en la diversidad, la diversidad en la unidad, y que la unidad no implica, no supone una estricta uniformidad.

Ahora bien, esto no lo digo por ser diplomático o evitar prejuicios contra mí mismo, sino porque ya se ha reconocido en el marco de los estudios bíblicos especializados, que el AT y el NT no profesan una teología uniforme, sino por el contrario, una diversidad de teologías, y toda una variedad de perspectivas teológicas. Por esta razón es que en el plano de la teología bíblica hay que hablar más bien de “teologías” en plural.

Un consejo que debemos tener en cuenta es que al margen de la posición que asuma nuestra teología sistemática (la posición conciliar e institucional), se impone como ideal que seamos lo más justos y objetivos que podamos al evaluar la evidencia bíblica e histórica, y dejar, en consecuencia, que estas iluminen y moderen nuestra teología institucional.

De entrada, quiero puntualizar que la idea de predestinación que vamos a considerar es estrictamente la que tiene que ver con la salvación, aunque ésta, obviamente, tiene su impacto en el papel que se le asigne a un pueblo, comunidad o persona en el marco de los más amplios alcances de la misión y el proyecto redentor de Dios.

La doctrina explicada a la luz de la teología sistemática:
La predestinación, teológicamente hablando, consiste en que Dios, de manera soberana y libre, ha escogido a ciertas personas para otorgarle la salvación (aun antes de que estas personas vengan a la existencia), aunque la persona no tenga los méritos para merecerla, ni por sí mismo pueda hacer algo para adquirirla. Dios da la salvación al que él quiera. Dios da la salvación por medio de Cristo al que él haya escogido.

¿Qué implicaciones tiene esta concepción de la predestinación?
1. Que la salvación no depende del ser humano.
2. Que el ser humano no tiene la capacidad natural de apropiarse por sí mismo de la salvación.
3. Que si Dios no actuara en el corazón del ser humano, éste no pudiera dar el paso y corresponder a la iniciativa divina para su salvación.
4. Que Dios es el que otorga la salvación de manera gratuita.
5. Que Dios no sólo otorga la salvación, sino que él mismo crea también las condiciones y provee los medios de gracia para que el ser humano escogido pueda apropiarse de la misma.
6. Que Jesucristo no murió por todos los pecadores, sino por todos los escogidos.
7. Que el ser humano que Dios ha escogido, tarde que temprano será doblegado por la acción del Espíritu Santo y lo convencerá de pecado y actuará en su vida de manera que lo capacitará para apropiarse de la salvación.
8. Que los escogidos no pueden perder la salvación, pues el Espíritu Santo actuará eficientemente en los escogidos para hacer que estos perseveren a pesar de sus debilidades. De ahí la expresión: “Salvos siempre salvos” (considérese a Marcos 4.8, 20; Mateo 13.8, 23; Lucas 8.8, 15; Filipenses 1.6).
Existen los que en contra de esta postura (pero que ante la innegable existencia de dicha palabra en el vocabulario bíblico) hablan de una elección o predestinación condicional, pero obviamente, esta concepción más bien es una negación de la predestinación, ya que la postura tradicional e histórica no habla de una predestinación potencial o probable, sino de una real y efectiva. Para mí las opciones son simplemente dos: O se acepta que hay real y efectivamente predestinación o se asume simplemente que no hay.

I. La experiencia de la historia del cristianismo:
A finales del siglo IV y a principios del siglo V, dos líderes y pensadores de la iglesia tuvieron posiciones encontradas sobre este tema.
Agustín de Hipona (354-430) sostuvo que la gracias de Dios era el elemento indispensable para la conversión del ser humano a Dios, para evitar el pecado y para la perseverancia final. También describió esta gracia como una de la cual el ser humano no podría rechazar si era expuesto a ella. En este enfoque desarrolla la idea de la predestinación como baluarte del otorgamiento de esta gracias inmerecida. La postura de Agustín tenía como telón de fondo la situación triste en la que se concibe al ser humano por los efectos del pecado original.

La posición contraria a la de Agustín la representó Pelagio, nacido en Bretaña también en el año 354 d.C. (murió alrededor del 420 d.C.). El Diccionario de patrística de la editorial Verbo Divino, resume la posición de Pelagio en los siguientes términos: “…Pelagio se declara creyente en una predestinación que deriva de los merecimientos derivados de la observancia de los preceptos divinos con la libertad personal que hay en la naturaleza humana. Dios predestina para salvación a los que sabe que obedecerán, a los que conoce que soportarán sin desfallecer todos los sufrimientos que les puedan venir por ser fieles cristianos” (página 168).

Es oportuno decir que la posición representada por Pelagio fue condenada y rechazada en el concilio de Constantinopla I del 381 d.C., en el Concilio de Cartago del 418 d.C. y el Concilio de Éfeso del 431 d.C., aunque también es cierto que la cristiandad no adoptó del todo la postura de Agustín. Luego entre los siglos XVI y XVII, volvemos a ser testigos prácticamente del mismo conflicto que involucró Agustín y Pelagio entre los siglos IV y V. Ahora los protagonistas son: Los seguidores de Juan Calvino (1509-1564) y Jacobo Arminio (1560-1609), luego, entre los seguidores de ambos teólogos.

Podemos decir que esta vez la corriente de Agustín estuvo representada por los seguidores de Juan Calvino, mientras que la posición de Pelagio estuvo encarnada por Jacobo Arminio, teólogo holandés. Tanto la postura de los Calvinistas como la de Jacobo Arminio tradicionalmente se han presentado en unos llamados cinco puntos.

A continuación, un resumen de los llamados “cinco puntos del Calvinismo”:
1) Depravación total: El ser humano ha sido afectado por el pecado en todo su ser, y está incapacitado para apropiarse por sí mismo de la salvación. Su designio natural es hacia el mal. La salvación es por completo una obra de Dios.
2) Elección incondicional: Elección divina hecha sin considerar cualquier cosa intrínseca en el ser humano.
3) Expiación limitada: Jesús muere sólo por los elegidos (escogidos).
4) Gracia irresistible: El ser humano que es escogido por Dios es traído invenciblemente a Cristo.
5) Perseverancia de los santos: El Espíritu Santo obra en los escogidos de una manera tal que los capacita para perseverar a pesar de las vicisitudes de la vida.

A continuación, un resumen de los llamados “cinco puntos del Arminianismo”:

1) La predestinación es condicional: Depende de la respuesta de la persona basándose en el reconocimiento de Dios
2) Expiación universal: Cristo murito por todas las personas, peso sólo los creyentes se salvan.
3) El ser humano necesita la ayuda divina: Una persona no tiene la capacidad para creer y necesita la gracia de Dios.
4) Esta gracia es resistible: El ser humano puede rechazar la acción de esta gracia en su vida.
5) Perseverancia condicional: Si todos los regenerados perseverarán o no requiere más investigación.

Otra forma de presentar los “cinco puntos del Arminianismo” es:
1. Elección Condicional—En vez de elegir arbitrariamente quiénes serán salvos y quiénes serán condenados, Dios permite que el hombre participe en su propia elección. La condición de la elección es la fe: la respuesta positiva a la gracia que Dios ofrece.
2. Expiación Universal—Cristo murió por todos, no sólo por los electos.
3. Incapacidad Natural—El pecado ha afectado el ser humano a tal grado que aparte de la gracia divina, es incapaz de obrar el bien.
4. Gracia Preventiva—La gracia opera a favor de cada persona, aun antes de que se dé cuenta de su necesidad. El ser humano puede resistir o rechazar esa gracia.
5. Perseverancia Condicional—Dios provee gracia suficiente para vencer cualquier tentación, pero por resistencia o negligencia, el hombre puede perder el beneficio de la gracia y perecer eternamente (Wynkoop, Bases teológicas de Arminio y Wesley 61).

II. Las tendencias resultantes a partir de los siglos XVI y XVII:
A partir de lo ocurrido entre los siglos XVI y XVII, con el enfrentamiento entre los seguidores de Calvino y los seguidores de Arminio, tenemos dos fuertes tendencias que marcan la teología protestante:

Por un lado está la llamada Teología Reformada, que es la que identifica a la Iglesia Cristiana Reformada, la Iglesia Reformada en América, las iglesias presbiterianas, etc. Estas iglesias, aunque quizás con algunas diferencias, se identifican con los llamados “Cinco puntos del calvinismo. Por otro lado tenemos toda una variedad de iglesias que se identifican con los “Cinco puntos del arminianismo”.

Por otro lado, hay que reconocer que también existen iglesias y congregaciones que aunque no asuman por completo la teología Calvinista o Reformada, sí adoptan la postura de la Teología Reformada en lo relativo a la doctrina de la salvación. En otras palabras, hay grupos que aunque no se definen como calvinistas, sí asumen la postura del calvinismo en cuanto a la explicación y aplicación de la salvación. Entre estas podemos mencionar iglesias bautistas, los templos bíblicos, etc.

Finalmente están los grupos que se identifican con la postura de Jacobo Arminio y con sus críticas a la teología de los grupos calvinistas. Muchos de estos grupos se identifican simplemente como “arminianos”, otros se identifican también como “aminio-wesleyanos”. Dentro de esta coriente se encuentra situada la mayoria de los grupos pentecostales (sino todos), la iglesia del Nazareno, los grupos metodistas, etc. Es interesante el hecho de que la “teología católica”, en este punto, concuerda más con el arminianismo que con el calvinismo.

III. Consideremos ahora, la perspectiva bíblica sobre este asunto:
El enfoque de la Teología Bíblica:
AT: ¿Provee el AT alguna evidencia contundente y decisiva sobre la idea de la predestinación?
Considérese: Deuteronomio 4.37; 7.6; 10.15; 14.2; 26.18; 1 Crónicas 28.4-8; Salmo 135.4.

NT: ¿Provee el NT alguna evidencia contundente y decisiva sobre la predestinación?

¿Existen pruebas bíblicas de la perdida del libre albedrío?
Génesis 6.5; Salmo 14.1-3; 53.1-3; Romanos 3.9-12; 8.7

¿Existen pruebas bíblicas de la iniciativa divina para la salvación?
Hechos 16.13, 14 (a pesar de Hechos 8.36, 37); Juan 16.6-10; Filipenses 2.13

¿Tenía Jesús una concepción que llamaríamos hoy “calvinista” o “arminiana” en cuanto a la salvación?
Por la evidencia de los evangelios, podemos decir que la postura de Jesús se acerca más al punto de vista calvinista (aunque es preciso insistir en el hecho de que Jesús no fue ni calnista ni arminiano), considérese y léase con detenimiento los siguientes pasajes: Mateo 24.22; Marcos 13.20; Lucas 18.7; Juan 6.37, 39, 44.

¿Cuáles son los autores bíblicos que pueden citarse como apoyo a la doctrina de la predestinación?
Pablo (Romanos y Efesios) ¿Tenía Pablo una concepción Calvinista o Arminiana de la salvación?

¿Qué dicen los sinópticos?
Los sinópticos dan muestras de favorecer la postura Calvinista:
Mateo, a pesar del 28.19, considérese: Mateo 24.22, 24, 31.
Marcos, a pesar del 16.15, 16, considérese: Marcos 13.20, 22, 27.
Lucas, a pesar del 19.10, considérese: Lucas 18.7.
El autor de la serie Lucas-Hechos: Hechos 4.47
El autor del cuarto evangelio ¿Tenía el autor del cuarto evangelio una concepción Calvinista o Arminiana de la salvación? El cuarto evangelio, a pesar de Juan 3.16-19, considérese: 6.37, 39, 44, 65; 13.18; 14. 6; 15.16; 16:8; 17. 9, 11, 12 (compárese 13:10, 11, 18; 15:16), favorece la postura Calvinista o Reformada.

Conclusiones soteriológicas a la luz del cuarto evangelio:
1. Fuera de Cristo no hay salvación.
2. Jesucristo es la única vía de acceso al Padre.
3. Nadie viene a Jesucristo si el Padre no lo trajere.
4. Nadie habrá de creer si el Espíritu Santo no le capacitare.
5. Ninguno de los escogidos se perderá. El mismo Jesús afirma que esa es la voluntad del Padre (6:39, 44).
6. La frase “para que todo aquel que cree en él no se pierda” (capitulo 3:16), debe interpretarse teniendo en cuenta la perspectiva del capitulo 6:37,”todo el que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene yo no le hecho fuera” (véase también el 6:44).
7. En su famosa oración del capitulo 17, Jesús no ora por el mundo, sino por los que le había dado el Padre, presente y futuro (17: 9, 20).

En las epístolas, consideremos en primer lugar a Romanos y a Efesios:
Romanos: A pesar del 1.16, y el 10.13, favorece la postura Calvinista, considérese a: 8.7, 28-39; 9.9-29.
Efesios: A pesar del 6.7-9, favorece la postura Calvinista, considérese a: 1.3-14; 2.8-10.
1 Corintios: Aunque el aporte de esta carta en esta discusión es muy poco, hay pistas que parecen inclinarla a favor de la postura Calvinista, véase: 1.26-31.
2 Corintios: Aunque el aporte de esta carta en esta discusión es muy poco, hay pistas que parecen inclinarla a favor de la postura Arminiana, véase: 5.14, 15. Estos versículos parecen ir en contra de una muerte de Cristo sólo por los escogidos.
Gálatas: Aunque el aporte de esta carta en esta discusión también es muy poco, hay pistas que parecen inclinarla a favor de la postura Calvinista, véase: 1.11-16.
Filipenses: Aunque el aporte de esta carta en esta discusión también es muy poco, hay pistas que parecen inclinarla a favor de la postura Calvinista, véase: 1.3-6.
Colosenses: Aunque el aporte de esta carta en esta discusión también es muy poco, hay pistas que parecen inclinarla a favor de la postura Calvinista, véase: 3.3, 12.
1 Tesalonicenses: Aunque el aporte de esta carta en esta discusión también es muy poco, hay pistas que parecen inclinarla a favor de la postura Calvinista, véase: 1.2-4.
2 Tesalonicenses: Aunque el aporte de esta carta en esta discusión también es muy poco, hay pistas que parecen inclinarla a favor de la postura Calvinista, véase: 2.13; 3.3.
1 Timoteo: Aunque el aporte de esta carta en esta discusión es muy poco, hay pistas que parecen inclinarla a favor de la postura Arminiana, véase: 1.15, 16; 2.3-6. Estos versículos parecen ir en contra de una muerte de Cristo sólo por los escogidos.
2 Timoteo: Aunque el aporte de esta carta en esta discusión también es muy poco, hay pistas que parecen inclinarla a favor de la postura Calvinista, véase: 1.7-12; 2.10.
Tito: Aunque el aporte de esta carta en esta discusión también es muy poco, hay pistas que parecen inclinarla a favor de la postura Calvinista, véase: 1.1 y 2; 3.5.
Filemón: Esta carta, por su naturaleza, no aporta nada a esta discusión.

¿Qué dicen las epístolas generales?
Hebreos: Favorece la postura Arminiana: 6.4-6
Santiago: A pesar del 5.19, no es relevante en esta discusión.
El autor de 1 Pedro parece asumir e identificarse con la postura calvinista: 1 Pedro 2.9; y 5.13.
El autor de 2 Pedro muestra una postura ambivalente: Por un lado parece asumir una postura calvinista (2 Pedro 1.10) y por otro, parece asumir la postura Arminiana (2 Pedro 3.9).
1 Juan: A pesar de su énfasis practico como Santiago, muestra una actitud ambigua: por un lado parece dar apoyo a la postura Calvinista (2.19; 4:15) y por otro lado favorece la postura Arminiana (5.1, 10)
2 Juan: No es relevante en esta discusión.
3 Juan: Tampoco es relevante en esta discusión.
Judas: A pesar del versículo 3, no es relevante es esta discusión.

Apocalipsis: En Apocalipsis tenemos una situación difusa: Por un lado, existe la probabilidad de que la postura Calvinista encuentre apoyo en el 3.8; pero la posición Arminiana puede encontrar apoyo en el 2.5 y el 3.20. Por otro lado, la idea de que Dios ha sellado a un grupo de personas y los ha hecho suyo podría dar apoyo a la posición Calvinista (9.4).

Preguntas:

¿Es la concepción Arminiana de la predestinación posicional (en Cristo) una postura totalmente contraria a la concepción calvinista? NO. ¿Por qué? Sencillamente porque la teología calvinista reconoce la centralidad de Cristo en el plan redentor. En otras palabras, ninguna persona que a la luz de la teología Reformada o Calvinista se considere predestinada o escogida para la salvación, no se salvará si no es a través de Cristo. Entonces, ante las preguntas: ¿La persona es predestinada porque acepto a Cristo? O ¿Acepta a Cristo porque es predestinada? La respuesta arminiana dirá que viene si viene a Cristo es predestinada (en realidad esta postura más bien niega la predestinación, pues en ese caso no es Dios quien escoge a la persona, sino la persona quien escoge a Dios; además tampoco concuerda con lo que vemos en el cuarto evangelio). En cambio, la respuesta calvinista es que la persona viene a Cristo porque es elegida. Esta postura concuerda más con lo que vemos en al cuarto evangelio.

¿Es la concepción Arminiana de la preocupación que debe mostrar el creyente por su salvación una posición contraría a la Calvinista (Por ejemplo, Filipenses 2.12)? NO. ¿Por qué? Porque la postura calvinista reconoce el papel de la cooperación del elegido en el proceso de santificación y de vivir a la altura de las demandas del compromiso que demanda el pacto que tiene con Dios. Además, con relación precisamente a Filipenses 2.12, es interesante ver lo que dice el versículo 13: “porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” (compárese 2 Pedro 1.3-10).

Finalmente, yo sé que tanto los calvinistas como los arminianos presumen tener la postura más bíblica, sin embargo, a pesar de reconocer que a la luz de la teología bíblica existen evidencias bíblicas que legitiman la postura arminiana, así como la postura calvinista, es honesto decir que proporcionalmente la posición calvinista tiene un apoyo bíblico mayor.

De todos modos, creo que se impone que seamos lo más críticos posibles, no sólo con los que asumen una postura diferente a la nuestra, sino también con la misma corriente dentro de la cual nos hayamos situados.

Creo sinceramente, que el Calvinismo es más bíblico cuando reconoce el apoyo que hay en la Biblia para la posición arminiana. Pero también creo que el Arminianismo es más bíblico cuando reconoce el apoyo que hay en la Biblia para la posición Calvinista.

Este trabajo ha sido una reflexión e intento por poner a la Biblia en el centro de esta discusión, y relativizar, en consecuencia, la teología sistemática e institucional. No creo que sea prudente el que una teología sistemática que ponga a la Biblia como su alma, pretenda sin embargo, lograr una especie de unidad y cohesión que la Biblia misma no exhibe, ni pretendió lograr.

Si hemos de hacerle justicia a la historicidad y a los contextos propios de los distintos libros de la Biblia, es oportuno decir que si bien el canon logra proporcionarnos cierta unidad y afinidad, también tendremos que reconocer que el canon mismo es, por otro lado, el mejor testimonio de la diversidad de la fe cristiana desde sus mismos orígenes.
El problema surge precisamente porque si el arminianismo, en un intento de ser más bíblico, reconoce el apoyo bíblico del calvinismo, habrá de sentir que relativiza su sistema, y lo mismo se puede decir con relación al calvinismo respecto del arminianismo. Ciertamente cada corriente o sistema teológico presume de que práctica la lectura correcta de la Biblia, y sutilmente se resiste a admitir que su lectura de la Biblia no es neutral.1
No permitamos que el calvinismo ni el arminianismo nos impongan su lectura excluyente de la Biblia. Es inadmisible que estas corrientes teológicas pretendan eliminar la diversidad del testimonio bíblico, testimonio que se resiste a ser presentado con una sistematización y cohesión que bíblicamente nunca tuvo.

Martes 11 de noviembre 2008
1 Invito a considerar mis dos artículos: 1) “Normas bíblicas versus normas institucionales, Biblia y comunidad de fe”; 2) “La Biblia se resiste a ser esclavizada por católicos y protestantes”

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante estudio, aunque no comprendi el final, si una teoria se basa en reconocer la otra, y viceversa entonces, cual es la real??? si entendi que la biblia no se limita a ninguna de las dos, pero entonces, a pesar de tantos años y estudiosos de la biblia, y personas iluminadas por el espiritu santo de Dios, aun no determinan la realidad de lo que se debe seguir, auno no dan con fe certera acerca de la salvación del hombre???? como a esta altura existen interrogantes aun dentro de los mismos cristianos, como saber si somos o no salvos si a cada momento aparece un nuevo tema que confunde la fe Cristiana.... escritores que en argumentos no terminan diciendo si Sí o si No, sino que dejan la verdad inconclusa... qué debemos hacer????... lo que dicen todos: orar y que Dios nos ilumine???? Dios tenga misericordia de su pueblo.

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