martes, 5 de octubre de 2010

La soberanía de Dios

Por Felipe Rincón Vásquez
Introducción:
¿Qué son las obras de la providencia de Dios?
Son aquellas con las que Dios sostiene y gobierna todo lo creado, a fin de que todo acontecimiento, así como todo ser, estén enteramente subordinados a Él, y se cumplan sus buenos propósitos. (Hebreos 1.13; Colosenses 1.17; Salmos 103.19; Mateo 10.29-31 )

¿Ha sido predeterminado o fijado de antemano, por Dios, todos los hechos o sucesos?
No debemos atribuir las anomalías al destino o determinismo, son simplemente efectos del tiempo y la ocasión. Debemos distinguir entre providencia general de Dios para el mundo y su providencia particular para la vida del hombre. ( Eclesiastés 9.11; Lucas 13.34)

LA SOBERANÍA DE DIOS Y EL GOBIERNO DEL MUNDO

1. Determinismo
La ciencia gnóstica está entregando a la humanidad, métodos y procedimientos para conocer en forma objetiva, los misterios de la vida y de la muerte. Nadie muere en la víspera. El ser humano muere el día y a la hora que señala la Ley del Destino. Desafortunadamente la humanidad desconoce esta ley.

Determinismo teológico: si Dios lo sabe todo será porque él mismo ha determinado todas las cosas según su criterio, por lo que Dios es la causa de las acciones humanas. El protestantismo calvinista mantiene que el ser humano carece de libre albeldrío y está predestinado. En contraste, el protestantismo en general se opone al determinismo, diciendo que si Dios es omnipotente también puede hacer al ser humano libre aunque sepa lo que vamos a hacer. Es decir, Dios y el hombre son conjuntamente los autores de los actos humanos (Enciclopedia Wikipedia).

Dios desde la eternidad, por el sabio y santo consejo de su voluntad, orden ha decretado en sí mismo, libre e inalterablemente todo lo que sucede.1 Sin embargo, lo hizo de tal manera, que Dios ni es autor del pecado ni comparte con los pecadores la responsabilidad del pecado2 ni hace violencia a la voluntad de SUS criaturas, ni quita la libertad ni contingencia de las causas secundarias sino que más bien se las establece.3 En todo esto se manifiesta la sabiduría divina al igual que su poder y fidelidad para efectuar aquello que se ha propuesto. (Confesión de Fe, Bautista del 1869)

(Isaías 46:10; Efesios 1:11, Hebreos 6:17; Romanos 9:15; Romanos 9:18)

2. Deísmo
Uno de los principales postulados de esta filosofía religiosa está basado en la creencia de que Dios existe y creó el universo físico, pero no interfiere con él. Los deístas típicamente también tienden a rechazar los eventos sobrenaturales (milagros, profecías, etc.) y a afirmar que Dios no interfiere en la vida de los humanos y las leyes del universo. Por ello, a menudo utilizan la analogía de Dios como un relojero. Lo que para las religiones organizadas son revelaciones divinas y libros sagrados, la mayoría de deístas entiende como interpretaciones inventadas por otros seres humanos, más que como fuentes autorizadas. Los deístas creen que el mayor don divino a la humanidad no es la religión, sino la habilidad de razonar.

El deísmo cobró notoriedad en los siglos XVII y XVIII durante la Ilustración, especialmente en el Reino Unido, Francia y los Estados Unidos, principalmente entre aquellas personas educadas como cristianas que vieron que no podían creer ni en la Trinidad divina, ladivinidad de Jesús, los milagros ni en la infalibilidad de la Biblia; pero que sí creían en un solo dios.

Uno de los deístas de referencia es Thomas Paine que en su obra Age of Reason ("La edad de la razón"), dijo que la naturaleza es la verdad y la incambiable "Palabra de Dios", sin duda. Otros importantes deístas son los filósofos de la ilustración Voltaire, Rousseau yMontesquieu. Se pueden mencionar también como deístas indirectos a los filósofos griegosSócrates, Platón y Aristóteles, aparte de los padres fundadores de Estados Unidos comoBenjamin Franklin y George Washington. (Enciclopedia Wikipedia).

3. La espiritualidad providencial
Esta afirma que Dios está presente y ausente a la vez. El mundo y los acontecimientos se rigen por la providencia de Dios. Dios ha establecidos leyes naturales y morales, y estas leyes funcionan de manera ordinaria. Pero él interviene según su voluntad todas las veces que sean necesarias para sus fines.

La providencia significa que todo lo que Dios creó, lo conserva y gobierna. Realizada la creación Dios no abandona su criatura a ella misma sino que la mantiene. Dios coopera en todo, tanto en las criaturas libres como en las no libres. Las no libres, las gobierna y controla por medio de ciertas leyes, y ninguna acción de las criaturas libres puede producirse sin el concurso divino. Dios es la causa primera que mueve las causas naturales y las causas voluntarias.

Dios con su providencia gobierna todo. Cuando vemos que cosas sin conocimientos como los cuerpos naturales obran por un fin, es claro, que alcanzan sus fines no por azar, sino intencionalmente. Pero como ellos no tienen conocimiento, no pueden tender a un fin sino bajo la dirección de otro ser inteligente. Ese ser inteligente es Dios, que ordena todas las cosas naturales. También, toda la historia humana es providencial. La de los pueblos y la de cada hombre. No crea nadie que criatura alguna puede hacer algo que se imponga a Dios, aunque este no lo quiera, esto es algo simplemente ridículo. Romanos 8.28 nos dice: ¨ Sabemos que Dios hace concurrir todas las cosas para el bien de los que le aman ¨. 

Recordemos la historia de José. Todo un conjunto de circunstancias, muchas de ellas criminales, le conducen a ser ministro del Faraón. Y José le dice a sus hermanos: ¨ no sois vosotros los que me habéis traído aquí, es Dios quien me trajo y me ha puesto al frente de toda esta tierra de Egipto (Génesis 45.8; 39.1).

La providencia divina es infalible. Isaías 14.24 ¨ Sí, lo que yo he decidido, llegará, lo que yo he resuelto se cumplirá ¨, versículo 27 ¨ si Yahvé Sebaot toma una decisión ¿Quién la frustrará? Si él extiende su mano ¿Quién la apartará? ¨. Isaías 46.10-11 ¨ De antemano yo anuncio el futuro; por adelantado lo que aún no ha sucedido. Yo digo: mi designio se cumplirá, mi voluntad la realizo... lo he dicho y haré que suceda, lo he dispuesto y lo realizaré ¨.

Providencia amorosa no obstante el mal
También el pecado de los hombres realiza indirectamente la providencia de Dios. La muerte de Cristo no se produjo porque se torcieron las cosas. Hechos 2.23 no dice que la muerte de Cristo se produjo ¨ conforme a los planes y propósitos que Dios tenía hechos de antemano ¨. Todo lo que sucede es voluntad de Dios, positiva o permisiva. El cuanto quiere lo hace, nadie puede resistir su voluntad. Sabe Dios perfectamente cuál es el bien que promueve y cuál es el mal que permite para un bien mayor.

Modos por medio de los cuales Dios ejerce su gobierno providencial
1. Por las leyes física. Por medio de esas leyes Dios asignó su oficio a las criaturas, según su naturaleza.
2. Por las leyes morales y frecuentes iluminaciones y mociones particulares. Filipenses 2.13 ¨ pues Dios es quien hace nacer en ustedes los buenos deseos y quien les ayuda a llevarlos a cabo, según su buena voluntad ¨. Se trata de un íntimo impulso que proviene del gobierno providencial de Dios.
3. Por medio de la oración. La oración es eficaz no porque cambien o fuerce la voluntad de Dios, sino porque ayuda a que en el hombre se realice el plan de Dios. Hay una voluntad antecedente de Dios. Por ejemplo Dios quiere que todos seamos santos, pero no es una voluntad absoluta, sino condicionada. Hay en cambio una voluntad consecuente de Dios. Es lo que él quiere en concreto, aquí y ahora. Y esta voluntad es infalible. Ocurrirá oremos o no oremos.
4. Por intervenciones extraordinarias y milagrosas.

LA SOBERANÍA DE DIOS Y LA VOLUNTAD LIBRE DE LOS SERES INTELIGENTES
1. Los que sacrifican la Soberanía de Dios en pro de la libertad humana.
2. Los que sacrifican la Volunta humana en pro de la Soberanía de Dios.
Dr. Tommy Ashcraft

Pastor de la Iglesia Bautista Monte Hebrón de Monterrey, N.L.
La Soberanía de Dios y la Voluntad Libre y la Responsabilidad del Hombre. Se nos ha dicho muchas veces que hay dos grandes doctrinas de la Palabra de Dios: La Soberanía de Dios, y la Voluntad Libre del hombre. Se nos ha dicho que tenemos obligatoriamente que aceptar ambas doctrinas, aunque en nuestras mentes finitas no las podemos reconciliar.

Si con decir que Dios es soberano, uno quiere dar a entender que Dios es 100% dominante en 100% de los asuntos del hombre, comenzando con su salvación, entonces tenemos que rechazar la "soberanía" de Dios.
Aceptamos el hecho de que Dios PODRÍA, si así lo decidiera, ejercer su soberanía o dominio en cada detalle minucioso de la vida del hombre. Que Dios PODRÍA hacer esto no es debatible. El es Dios. Sin embargo, nosotros creemos que Dios, en su soberanía, a propósito se limitó a Sí mismo, en que le dio al hombre una voluntad libre. Esto de ninguna manera desacredita ni deshonra la soberanía de Dios.

Creemos que Dios conoce (y que conoció desde antes de la fundación del mundo) cada decisión que haría el hombre, y cada detalle de la vida del hombre (IPedro 1:2). No aceptamos la enseñanza de que Dios decretó todas esas decisiones, esos detalles y esas acciones. Si la soberanía de Dios se extiende más allá de la voluntad libre del hombre, o si se dice que la voluntad libre del hombre siempre actúa en completa armonía con los decretos soberanos de Dios, entonces los así llamados "decretos soberanos de Dios" están en continuo conflicto con la Palabra, la naturaleza, el carácter y la santidad de Dios.

Esta posición presentaría miles de problemas teológicos que son inaceptables a la luz de la revelación divina. Que el hombre lleve a cabo decretos preordenados crearía una existencia mecánica que no dejaría lugar para la responsabilidad humana, y cualquier intento de Dios de juzgar al hombre por su pecado sería injusto. Y sobre todas las cosas, Dios es justo. La posible lista de las inconsistencias en esta enseñanza podría ser interminable. Pero esto ilustra claramente el punto.

El hombre tiene una voluntad libre y actúa independientemente NO del conocimiento de Dios, sino de su soberanía, porque Dios decretó que el hombre tendría ese privilegio, y lo dotó con esa capacidad. El hombre es responsable por sus decisiones y sus acciones.Iglesia Evangélica el plantío del señor

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